cuaresma 2011

La Campaña Cuaresma de Fraternidad es una iniciativa de la Iglesia en Chile que procura incentivar una vivencia más profunda del tiempo litúrgico de Cuaresma, especialmente en las tres dimensiones que propone la liturgia: más oración, más penitencia y más práctica del compartir. La campaña busca lograr que esa vivencia espiritual se exprese en austeridad y sencillez de vida como expresión del reencuentro con el Señor y promover la solidaridad de los chilenos, y de los católicos, en particular, hacia los más necesitados; y, al mismo tiempo, suscitar prácticas de solidaridad y reunir fondos para la acción social de la Iglesia y avanzar así a un mayor financiamiento local.

Su espiritualidad
Su eje es el eje de la vida cristiana: la práctica del amor

Reconocer en el otro al mismo Señor Jesús

Seremos juzgados por cómo vivimos el amor.

Seguir a Jesús

Nos identifica el seguimiento al Señor Jesús

No es fácil y con frecuencia nos alejamos de su Vida

Reiteradamente necesitamos volver a las fuentes de ese seguimiento .

Eso es el tiempo de Cuaresma, un llamado de la Iglesia a una nueva conversión.

Conversión:•

• Para volver a poner nuestras vidas en las manos de Dios
• Para que El sea nuestra única seguridad, dejando de creer que el dinero, el poder, el éxito, el pasarlo bien, pueden ser fundamentos de nuestras vidas
• Para prepararnos a vivir Su Pascua con el Señor, pasando nosotros también de la muerte a la Vida.
• Manifestada, expresada, mostrada concretamente en tres conductas:

- La Liturgia reitera cada día que nuestra conversión se muestra a través de:

• Rezar más
• Hacer penitencia
• Practicar más la caridad (limosnas)

- Cuaresma de Fraternidad estimula esas tres acciones colaborando así a que llevemos una vida más sencilla, para asemejarnos al Señor. Para eso propone:

• Rezar más (altares)

• Llevar una vida más sencilla

• Tener privaciones penitenciales que permitan ahorrar (alcancías)

• Para así compartir amorosamente con quienes tienen más necesidades (caridad)

- Tarea de los pastores:

• Motivarla y animar a vivirla desde la espiritualidad cuaresmal.

De modo que esta campaña:

• No es una colecta, sino expresión concreta de una vivencia espiritual: “No amemos con puras palabras y de labios afuera, sino verdaderamente y con obras. Esto nos dará la certeza de que somos de la verdad” (1 Juan 3, 18).

Expresa lo más esencial de nuestro seguimiento al Señor:

• Mateo 25: el juicio final
• 1 Juan 4, 8: “El que no ama no ha conocido a Dios, pues Dios es amor”
• 1 Juan 4, 20: “El que dice ‘yo amo a Dios’ y odia a su hermano, es un mentiroso”.

• Es una acción de toda la iglesia, es decir de todos sus organismos, departamentos y grupos... y no de sólo un departamento.

• Por tanto, no es una colecta, sino una práctica fruto de vivir un estilo de vida más sencillo, motivado por nuestro afán de tener “los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús” (san Pablo).

• Está orientada a la práctica de la caridad porque lo que ahorramos, fruto de privaciones penitenciales, lo compartimos amorosamente con quienes tienen más necesidades que nosotros, a través de la acción social de la Iglesia.